15 de diciembre de 2010

Dioses Escurridizos

Dime tu que gano cuando venero
a dioses que se esconden a mi paso.

Dime tu que aprendo del vacio y de la nada,
de los silencios más absolutos y penetrantes.

Dime tu de que podrá servirme este llanto,
perdido en oscuridad, frustrado por su aislamiento.

Dime tu si la fe podrá esta vez con montañas,
esta vez que el mundo se ha hecho tan pequeño.

Solucióname tu la vida, tu que pareces saber de todo,
tu que eres dios y rey al mismo tiempo,
tu que no te escondes de nada, excepto de mi.

30 de noviembre de 2010

Soledad de pega

Solo, nunca estoy solo,
siempre hay alguien que me admira,
siempre hay algo que me da calor.
Las palabras hacen volar el espacio.

Si una melodía me acompaña
no deja sitio a la soledad,
sea o no una melodía traicionera,
me diga que volverá
o que será tormento por siempre.

Aunque me disfrace de seda,
la prudencia siempre aguarda
y la lanzadera no está aun preparada.

La tenue luz me ha engañado tantas veces
que pienso que hay vida tras la vida.
Un par de frases mal entonadas
no cambiarán el devenir del despertar.

Cuando la impotencia forma parte del instinto
los sueños se convierten en pesadillas.
Me lamento y me retuerce la idea
de que mañana estaré solo otra vez,
aunque no haya estado solo nunca,
nunca en mi vida.

19 de noviembre de 2010

Venenos Insondables

Me entretengo en tu mirada
que juega con la mía a media luz.
Desposeo mis sentidos,
que flotan en derivas,
hacia calles que reexperimento
y rincones que vuelvo a saborear.

La ruleta de las oraciones
me pasea por canales de profunda simetría,
de venenos insondables,
que saben a espejo,
que se funden conmigo.
Veneno o elixir. ¿Dónde está la diferencia?

La diferencia está, parece ser,
en el olvido o la desconfianza,
en las renovaciones, en las dudas,
en el sufrir ajenamente,
en la vergüenza incomprendida.

En mis ojos, que me duelen,
porque me entretengo en el vacío.

17 de octubre de 2010

Hacia momentos inmateriales

Acompáñame donde no pasa el tiempo,
te esperaré dos o tres mañanas.
He vigilado este santuario y sus ruinas
pero no puede seguir inutilizado.

La urgencia, en ocasiones, me desespera,
entonces me doy un baño de agua caliente
y espero a que el sol ilumine mis pupilas.
La jugada es que los sueños no acompañan.

Fluir, fluir, dejar fluir mis emociones,
esas que en parajes indecisos brotan solas.
Voy a dejarme llevar y dejarte venir,
nos mudaremos más allá de la materia.

10 de septiembre de 2010

Aliado con la prudencia

Esperanzas de un iluso
que no volveré a tomar en serio.
Ingiero píldoras del presente
y vindico la fiesta de mi estómago.

Volar tan libre como nunca
y sentir ya ni pena ni dolor.
Borracho del alba me siento
¿dónde está tu compañía?

Pues aun no me atrevo a tentarte
ni a regalarte lo bueno de mi locura.
Te hablo, de mientras, con calma.
La prudencia es mi aliada.

23 de agosto de 2010

El hueco de tu ausencia

Este poema no es reciente ni mucho menos. En realidad, lo escribí hace ya cuatro o cinco años (las propiedades del archivo dicen que en 2006, pero puede que no sea en absoluto verdad). La cosa es que le prometí a alguien, en una conversación imaginaria, hace ya más de seis meses, que lo colgaría de nuevo. Supongo que los compromisos adquiridos en conversaciones imaginarias tienen también algo de imaginario, pero para mi esta conversación tuvo lugar, por más que yo pusiera las dos voces, y es una conversación que guardo con cariño. Supongo que habrá un salto grande, aunque no se en que sentido, con lo que vengo publicando últimamente. No pretende gustar ni petarlo, solo cumplir lo que en esa conversación imaginaria prometí. Espero que a alguien, imaginario o no, le haga ilusión leerla.

Triunfante tu apareces
después de siglos de esperar.
Al parecer tu ya no mueres
y has vuelto conmigo a andar.

Amago de gusto y desparpajo
es tu ofrenda esta vez.
Has olvidado lo que hice
y yo tampoco quiero perder.

Miedo siento ante el peso
de mi pie en el acelerador.
Tengo el gusto de poder
elegir la planificación.

Dame vida, dame paz,
traeme toda tu pasión,
yo te hago un hueco en tu ausencia
que nunca deje perecer.

Frases dobles que mantienes
vista hoy la pulcritud.
Espectros de alguien no humano
amenazan la esclavitud.

Elige que el viento traiga tu voz,
deja que tu cuerpo vuele hasta aquí.
Me faltas en este paraje decidido
y esta vez ya no volveré.

13 de agosto de 2010

Cuando tú no eres tú

Cuando tú no eres tú
ya te has ido de mi vida.
Juego al backgammon con tu sombra
y ventilo para no oler tu ausencia.

Tras pequeñas épicas

He visto centenarios ardiendo
y no he sabido como zafarme.
He visto estallar aeroplanos
en mitad de la tormenta.

¿Cómo llegar al destino frustrado
si no se cree en él siquiera?
¿Cómo centrarse en pequeñas historias
si siempre nos hablan de épicas?

El espejo de mis días (camareros de entretiempo)

El espejo de mis días
que pasa y vuelve a pasar.
Si la historia se repite
las luchas se amontonan,
los jornaleros se arrepienten.

Ya no hablarte, no llorar,
no atreverme a levantarme.
Se vienen vómitos cristalinos,
como el agua, reflejantes,
como el espejo de mis días,
el que enfrento ya por vicio,
al que me apego por prudencia.
Doy la batalla por perdida.

Busco, donde siempre, lo bueno desconocido.
A lo mediocre conocido, que le den.
Entrevistas a distancia, camareros de entretiempo.

Un castillo en el aire

Paralelo, adelantado y sin ventaja,
respecto de tu destino, a tu belleza.
La ingenuidad me toma preso
y de pájaros hago carpinteros.

¿A dónde vas? ¿A dónde fui?
Hija bastarda de mi ayer,
no me entero, así a escondidas,
si podré adorar tu ausencia.

Y si ahora estás, ya no estarás,
pues nos separará lo que nos unió.
Si ahora no lloro, tú no vendrás,
pero adorarás mi ausencia por meses.

Los abismos paralelos

Querer y no querer
adentrarme en tu excelencia,
que es lejana para mi
y por ello me atormento.

Me revientan vuelos largos
y te pierdo yo la pista.
Me ansía y rememora
la vergüenza de otros días.

No he sabido, por ahora,
conjurar viento y marea.
Reescribo, valeroso,
la tortura de estos tiempos.

Y me pienso que meamos
como el agua del futuro.
Me parece que me adoras
y me pierdo en el respeto.

Ya no como por las noches,
me indigesto ante el vacío,
que no es ausencia ni extravío.
Se murió mi adolescencia.

No me decido a perdonarte
por tu extraña complacencia.
Me estrecho, sin soltura,
y espero tu respuesta.

A los abismos paralelos
yo no quiero enfrentarme.
¿Y si la improvisación
se ceba en el camino?

Si se ceba, que se cebe,
y renuncia en los albores.
Sentir los desvencijos de mi alma
y la más amarga de las dichas.

19 de julio de 2010

Las prácticas diarias

Cuando me estrecho en la oscuridad
las fuerzas intestinales me pueden.
Me devoran la cabeza a trompicones
y me expulsan de un paraíso avasallante.

El pitorreo continuo y fugaz
se convierte en ligera inconveniencia.
Me abstraigo, y hasta me marcho,
mas cuando vuelvo la carcajada aun delata.

Y entonces me acuerdo, como siempre,
de que existen problemáticas varias,
y que por qué no lo he pensado antes
y que vaya un cenutrio estoy hecho.

Pues ahora es tarde - me digo,
y me remito a las prácticas diarias
dejando fuera las esencias tradicionales
y así soy un poco más feliz, que ya es algo.

1 de junio de 2010

Apelando a la épica

Ya el espacio no me importa
y suspiro infantiles berreos.
Tanto idiota que hay que ver
y yo me agarro a mi totalidad.

¿Dónde quedan las localidades?
¿Dónde mi motivación de locura?
Mientras conserve el miedo a la vida
seguiré pegado a este rufián que soy.

Pero el espacio si me importa...
porque te mueves a través.
No te encuentro, tú me olvidas
y, como siempre, volvemos a empezar.

¿En qué túnel me metí
sino tengo más que amigos?
Jugar siempre a la indecencia
o vivir de buscar cosas épicas.

En mis sueños, que van y vienen,
pasas siempre y, solo a veces,
te quedas y acaricias mis secretos.
Pero eso a veces y solo en sueños.

19 de abril de 2010

La inconsciencia más fingida

En la inercia de la nada
trato de sacar provecho.
Recordando nuevos tiempos
y muriendo al fin en paz.

Ya no siento la distancia,
ya no siento la ironía.
Me revuelco en la inconsciencia,
la inconsciencia más fingida.

3 de abril de 2010

El corsé de mi pericia

En la tierra de siempre vomito las palabras,
se me esconden las sentencias y me asusto de actuar.
Maduré en otros lares y regurgito adolescencia
cuando piso presuroso el eje de mis lamentaciones.

Como duele respirar el aire siempre viciado
y como afecta la verja de metal que es todo horizonte.
Me doblego y reverencio ante el dios más inhumano.
¿Dónde dejé el corsé de mi pericia?

Me complico, a trompicones, recetando malas hierbas
y no me siento a esperar que pasen tempestades.
La impaciencia, que me puede, que se mezcla con tu ausencia
y la más larga panacea brota de mis manos.

Yo no puedo caminar sin la más estúpida ignorancia,
necesito mi antigua simpleza para poder no avanzar.
Tus amigos, los de siempre, que no miro por vergüenza
me imponen el superado discurso de la gente mayor.

Necesito una infusión urgente, de sangre, de vida,
de pereza productiva que mantenga mi sonrisa
porque no me atrevo a ir donde siempre me desvelo,
donde mis bastardos potenciales mueren lentamente.

28 de marzo de 2010

No me llames soñador

No me llames soñador, por favor,
si no te atreves a jugar conmigo.
No me llames soñador, en serio,
si no crees en las tentaciones.

Que cuando apareces ante mis ojos,
me juro que no existes de verdad,
me creo que eres humo mal fumado
y me tiembla de rabia la razón.

Y sin embargo juego, contigo,
te cuento lo que no te interesa.
Luego, cuando duermo, cuando pienso,
se que es la conversación de mi vida.

Pero es que me gusta pensar en nada,
que se lo que es lo que tu también haces.
Te engaño y me engaño sin escrúpulos
y disfruto viviendo en la nada voraz.

Yo me llamo soñador, que me gusta,
y me atrapo en el no poder despertar.
Yo me llamo soñador, de verdad,
porque veo en ti un sueño que no existe.

10 de marzo de 2010

Con la espada en la pared

Con la espada en la pared y el corazón en un puño
me entrego a la locura de la velocidad.
Mi mente se fermenta y acaba produciendo
un cuerpo de censura, este estado de sutura.

En plena noche gris, en una noche salvaje,
dejarse llevar no mereció tanto la pena.
Me quedo embobado por emociones que desmerezco,
sin capacidad de razonar discurso coherente.

Entregado por completo ya al desfile de imágenes,
duermo, paciente y precipitado, esperando no se que.
Que las estrellas se levanten,
que me abracen, que me quieran.
O yo mismo levantarme,
abrazándome a mi mismo,
adorando mis delirios.

1 de marzo de 2010

El peso de la moral

Estrechado por la inocencia no quedan palabras.
Rechazo, aunque respiro, la mágica diversión.
Miradas furtivas, de orgullo, de entrega,
sostenidas en este ambiente sobrecargado.

Todo es difuso, todo es hijo bastardo,
fruto de la tradición moral instigadora.
Nos besa y aplasta, y nosotros, conformes,
mas es la que sigue entre nosotros tres.

Pero ven, cógeme, llévame y atácame,
no veo el momento de gritar de dolor.
Dolor al sentir las ganas de revolución.

Y los tiempos cambian, las personas cambian,
más contento de ello no podría estar.
Hace tiempo que no me siento violado,
¿Y qué hago yo con tanta inseguridad?

Espero, paciente, resultados que indiquen,
que el mundo funciona según planeamos.
Evidencias que dejen tan claro como whisky
que siempre he sido alguien de largo plazo.

Así que ven, agárrame, ráptame y atácame,
no veo el momento de gritar de dolor.
Dolor al sentir las ganas de revolución.

8 de febrero de 2010

Busco futuro en el pasado

Que no se donde ir ni se como llegar
y me parte el pecho en dos, mi ausencia.
No concibo vida después de coronarme
y no se donde reposará entonces mi cuerpo inherte.

Amé tanto la euforia, el desfase y el control
que el tarro de galletas se quedó vacío.
Ahora me lamento, sin valor, por lor rincones,
buscando un buen híbrido que me de bebida.

¿Dónde quedaron el disfrutar de tu compañía?
¿Y las noches de luna llena en las que solo
me disponía a disfrutar de mi agonía?
Se las comió el tren de la vida líquida.

Y ahora no hago más que sentarme y esperar,
inquieto, inquietísimo, pero sentado.
La vida pasa y me tiene cagado de miedo,
¿Dónde estás energía guia de destinos?
Te quedaste aparcada en mis vomitos.

Y la esperanza me cubre en forma de falso recuerdo,
risa tonta, chiste estúpido, bebo por que quiero.
Pero en la cama me vuelvo el más vulnerable de los cachorros.
Vístete, levantate, pasado o futuro, ¿o el pasado es futuro?

27 de enero de 2010

Esa absurda manía

Habito la desesperación del equilibrio
consternado por palabras preciosas.
Comparadas con otras mugrientas
que me levantan de este sofá.

No entiendo el porque de remitirse
a lo aburrido. Consigo perder el tiempo
en lo insípido, a la vez maloliente.
Y la gloria está oliendo a jazmín.

Busco palabras que llenen las mías,
hacer propia la sabiduría popular.
Popular es todo, popular es mucho,
popular soy yo mismo, te regalo mi alma.
Pero no capto esa tonta manía.

Caricias suaves a una aspera tradición,
mientras rechinan los dientes de rabia.
La esperanza de ser feliz ni se digna,
pero en el pensamiento encuentro consuelo.

Busco ideas para tomarlas prestadas.
hacer mía la tradición pensadora.
Tradición es todo, tradición es mucho,
tradición soy yo mismo, pero no soy razón.
Me resigno a esa absurda manía.