30 de noviembre de 2010

Soledad de pega

Solo, nunca estoy solo,
siempre hay alguien que me admira,
siempre hay algo que me da calor.
Las palabras hacen volar el espacio.

Si una melodía me acompaña
no deja sitio a la soledad,
sea o no una melodía traicionera,
me diga que volverá
o que será tormento por siempre.

Aunque me disfrace de seda,
la prudencia siempre aguarda
y la lanzadera no está aun preparada.

La tenue luz me ha engañado tantas veces
que pienso que hay vida tras la vida.
Un par de frases mal entonadas
no cambiarán el devenir del despertar.

Cuando la impotencia forma parte del instinto
los sueños se convierten en pesadillas.
Me lamento y me retuerce la idea
de que mañana estaré solo otra vez,
aunque no haya estado solo nunca,
nunca en mi vida.

19 de noviembre de 2010

Venenos Insondables

Me entretengo en tu mirada
que juega con la mía a media luz.
Desposeo mis sentidos,
que flotan en derivas,
hacia calles que reexperimento
y rincones que vuelvo a saborear.

La ruleta de las oraciones
me pasea por canales de profunda simetría,
de venenos insondables,
que saben a espejo,
que se funden conmigo.
Veneno o elixir. ¿Dónde está la diferencia?

La diferencia está, parece ser,
en el olvido o la desconfianza,
en las renovaciones, en las dudas,
en el sufrir ajenamente,
en la vergüenza incomprendida.

En mis ojos, que me duelen,
porque me entretengo en el vacío.